jueves, 4 de noviembre de 2010

Santo pecado fue besarte, santo pecado hacerme adicta al brillo que disparan tus ojos. He tratado de encontrar la analogía para ponerle algún nombre a este caos que has causado, que me gusta, y me fastidia, y me ha dado por llamarle solo: santo pecado. Hoy sumo sueños a mis dudas, hoy resto besos a mis ganas, hoy vivo al filo de la nostalgia, hoy tengo heridas como estrellas, hoy sueño mientras te extraño con olvidarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario